
El complemento y el reemplazo, con el tiempo, de los combustibles convencionales de motor por metanol recibieron una amplia atención durante las subidas de los precios del petróleo crudo de los años 70. En la década de los 80, también se generó nuevamente interés en las fuentes alternativas de energía y específicamente en combustibles de motor alternativos.
El metanol fue reconocido en ese momento como un sustitutivo potencial de la gasolina derivada del petróleo crudo. Durante los años entre el alza de precios de 1970 y el más reciente de 2010, varias agencias y organizaciones han evaluado los peligros, desafíos y beneficios de usar metanol como combustible para motores. Un estudio realizado por la, Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos concluyó que el metanol es un combustible para motores más seguro que la gasolina. Otros estudios han concluido que los peligros que presenta el uso de metanol en motores son mayores que los que presenta la gasolina. Un factor importante que con frecuencia no se considera es la proporción de metanol usado en una mezcla combustible. Las mezclas de combustible previstas para vehículos van del 5%-15% al 70%-85% de metanol, no 100% metanol puro. A medida que aumente la disponibilidad del metanol como combustible para motores, se tendrán que resolver estas diferencias.
La cuestión de seguridad pública sobre el uso de metanol como combustible para vehículos se centra en su potencial de causar incendios en vehículos, en comparación con el potencial de la gasolina. Según el estudio reciente de la National Fire Protection Association (NFPS, Asociación Nacional de Protección contra Incendios), la incidencia de incendios de vehículos en Estados Unidos ha disminuido en un 45% entre 1980 y 2006 al mínimo nivel en 20 años. Los incendios de vehículos se identificaron como responsables del 15% de todas las muertes civiles y del 12% de todas las pérdidas materiales. Es de hacer notar que sólo el 3% de los incendios de vehículos estuvieron relacionados con colisiones, y estos últimos representaron más de la mitad de las muertes. Más de la mitad de los incendios se debió a averías de componentes de vehículos como fugas del sistema de combustible, cables sueltos o aislantes agrietados. El tipo de combustible no es el factor más importante en la incidencia de incendios de vehículos.
Los automóviles de la carrera de Indianápolis 500 usaban metanol puro antes de 2006, y a partir de ese año el combustible cambió a una mezcla de 90% metanol/10% etanol y luego a una mezcla de 98% etanol/2% gasolina en 2007. Las mezclas disponibles comerciales de gasolina-metanol y gasolina-etanol contienen del 10% al 30% de metanol o etanol. Cada combustible se selecciona con un propósito específico y tiene ventajas y desventajas con respecto a otras opciones posibles
Los combustibles de metanol y, subsiguientemente, de etanol usados en automóviles de nascar tienen la ventaja de permitir que los motores funcionen a relaciones de compresión muy altas, lo que produce más potencia para un volumen dado de cilindrada del motor que en un motor de NASCAR. Como ventaja adicional y como incentivo para su elección como combustible preferido, el metanol y su reemplazo actual, el etanol, tienen múltiples características deseables de seguridad:
- La llama producida por el metanol es de baja temperatura y no es luminosa; por lo tanto, los incendios de metanol generan sustancialmente menos calor radiante que los incendios provocados por la gasolina, que tiene una temperatura de llama más alta y produce llamas luminosas.
· Debido a la baja generación de calor radiante, los incendios de metanol se propagan más lentamente que los incendios de gasolina. Asimismo, la distancia de acercamiento permisible es más próxima, por lo que se pueden usar extintores portátiles con mayor efectividad para extinguir el fuego.
· La concentración de metanol en el aire que es necesaria para que se produzca la combustión es aproximadamente cuatro veces mayor que la necesaria en el caso de la gasolina. Además, la presión de vapor del metanol a una temperatura especificada es inferior. A una temperatura predeterminada, el metanol desprende menos vapor que la gasolina. En otras palabras, el metanol debe elevarse a mayores temperaturas para generar las concentraciones de vapor.
- El vapor de metanol está cerca de la flotación neutral; por lo tanto, es más probable que los vapores se disipen y menos probable que circulen a lo largo del terreno y se acumulen en áreas bajas que los de gasolina. No obstante, a veces se informa que el vapor de metanol se acumula en áreas bajas.
· Los grandes incendios de metanol acumulado se extinguen mejor con espuma resistente al alcohol; sin embargo, los incendios menores se pueden apagar con extintores portátiles o con aspersión de agua, siempre y cuando el volumen de agua sea por lo menos cuatro veces (preferiblemente cinco) mayor que el volumen del metanol acumulado.
Un reciente estudio identifica la abundancia del gas metano y la variedad de fuentes de obtención del mismo como una fuerza fundamental para cambiar de gasolina a metanol para conducir. Una dificultad para hacer esta transición es la alta cantidad de energía necesaria para generar el gas hidrógeno que se requiere para la síntesis del metanol con la tecnología actual. La viabilidad técnica de usar metanol como combustible fue estudiada por el Methanol Conversion Group (Grupo de Conversión de Metanol). Una de las conclusiones generales del estudio es que la sustitución directa de la gasolina por el metanol es técnicamente posible.